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La magia de Janucá: Historia, tradición y reflexión

Cuando los días se acortan y las noches se alargan, un destello de luz emerge para iluminar los hogares y corazones de millones de personas en el mundo porque es Janucá, la festividad judía también conocida como la "Fiesta de las Luces". Pero, ¿qué hace que esta celebración sea tan especial y universalmente fascinante? Para responder, necesitamos remontarnos más de dos mil años atras en la historia.


Articulo de la Facultad de Kabbalah CIDWEP

 

La magia de Janucá: Historia, tradición y reflexión

Un milagro que trasciende el tiempo

Janucá conmemora un evento histórico ocurrido en el siglo II a.C., cuando el pueblo judío, liderado por los Macabeos, se rebeló contra la injusta y amarga opresión del Imperio Seléucida, que había prohibido sus prácticas religiosas y profanado el Templo Sagrado en Jerusalén.



Tras una ardua batalla (y numéricamente a favor de los Seléucidas), los Macabeos logran recuperar el templo y automaticamente los judíos buscaron encender la menorá, el famoso candelabro judío, pero solo encontraron una pequeña cantidad de aceite puro, suficiente para un día. Sin embargo, este aceite milagrosamente duró ocho días, tiempo necesario para preparar más aceite consagrado.


Este milagro no solo marcó la victoria física y espiritual del pueblo judío, sino que también estableció las bases de Janucá como una celebración de la resistencia, la fe y la renovación.


Luces, comida y comunidad

La festividad se celebra encendiendo una vela cada noche durante ocho días en un candelabro especial llamado Janukiá. Este acto simboliza la difusión de la luz y el milagro del aceite. Pero Janucá no se trata solo de velas; también está llena de tradiciones cálidas y deliciosas.


En las mesas se disfrutan alimentos fritos como los latkes (tortitas de papa) y los sufganiot (donas rellenas de mermelada), que recuerdan el milagro del aceite. Los niños juegan con el dreidel, una peonza/trompo/perinola marcada con letras hebreas que representan la frase "Un gran milagro ocurrió allí".


Más allá de las tradiciones, Janucá también es una ocasión para la familia, la gratitud y la esperanza. La luz de las velas conecta a las personas con su historia y sus valores, mientras que los regalos y las canciones refuerzan los lazos entre generaciones.


Un mensaje para todos

Janucá, aunque profundamente arraigada en la tradición judía, tiene un mensaje universal: la importancia de mantener la esperanza y la luz incluso en los momentos más oscuros. En un mundo donde la adversidad puede parecer abrumadora, la historia de los Macabeos y el milagro del aceite nos recuerdan que la perseverancia y la fe pueden iluminar cualquier oscuridad.


Janukiá 2024 en Nueva York, Estados Unidos

Esta festividad nos invita también a reflexionar sobre nuestro propio papel como portadores de luz. ¿Cómo podemos, en nuestras vidas diarias, ser una fuente de inspiración y calidez para quienes nos rodean? A veces, basta con un gesto amable o un acto de solidaridad para encender una chispa en alguien más.


Concluyendo con luz

Mientras las velas de Janucá brillan, recuerdan que incluso una pequeña llama puede desafiar la oscuridad y expandirse, trayendo esperanza y unidad. Es un recordatorio de que cada uno de nosotros tiene el poder de encender su propia luz y compartirla con el mundo.


Este año, ya sea que celebremos Janucá o simplemente admiremos su belleza desde la distancia, permitámonos aprender de su mensaje: que la luz, la esperanza y la comunidad son fuerzas eternas que pueden guiarnos hacia un futuro más brillante.


Facultad de Kabbalah CIDWEP



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